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Nazareth

Jesús corrige la ambición de sus apóstoles

(Mt. 20, 20-28; Mc. 10, 35-45)

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."

Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."

3 comentarios

Ricardo -

(III)
Total, ¿para qué?. Uno puede dedicarse a los demás toda la vida y el mundo no se lo va a reconocer. Nadie se acuerda de la monja que trabaja en Zaire o en Perú. Nadie del que visita a los presos de la cárcel de esta ciudad. Y, encima, pueden acabar asesinados como Monseñor Romero. Muchos beberán el mismo cáliz que tomó Jesús. El Reino de Dios es siempre un reto.

Ricardo -

(II)
El Reino de Dios no se construye luchando por ser el primero. Se construye en el servicio a los demás, en el olvido de uno mismo y de sus ambiciones, en la entrega. "¿Me puedes ayudar con esto?", "Iba a ir al cine, pero puedo ir mañana". Pensar en el otro por delante de uno mismo... ¡qué difícil es!

Ricardo -

(I)
La ambición, el poder, el estar por encima, son los valores de hoy y de siempre. Ser el mejor, ser el primero. Pero quien alcanza un poder, tiende a mantenerlo cueste lo que cueste. Primero aprovecha su posición en beneficio propio. Los demás vienen después. Hay que recoger el fruto del esfuerzo individual, del éxito, de la posición dominante. Sacar unas oposiciones para "tumbarse a descansar"; tener información privilegiada para favorecer a los amigos... Lo primero es uno mismo.